sábado, 3 de marzo de 2018

Por si no lo he dicho antes






Creo que lo he dicho otras veces,
no lo sé.
Creo que he dicho las mismas palabras
antes de rayar el alba.
Creo que he dicho lo mismo
vestido con otro ropaje.
Sin embargo, aunque las haya dicho o no,
siento que debo hacerlo.

Siento que debo decirte
que en tus ojos se esconden la noche y las estrellas.
Que tu sonrisa es el puerto seguro
donde mueren todas mis angustias.
Que tu aroma es la suma de todos mis deseos
y tu cuerpo es el sol
donde extinguen todos mis inviernos.

Parece una locura repetir
lo que se ha dicho tantas veces 
con hechos y gestos.
No obstante, 
sé que las palabras tienen una magia especial;
que también son importantes. 
Las palabras marcan la memoria;
provocan heridas o sanan. 
Las palabras tienen un poder que va más allá del tiempo.
Por eso,
cuando estemos viejos,
quiero que recuerdes esto:
que en tus ojos se esconden la noche y las estrellas;
que tu sonrisa es mi puerto;
que tu aroma es la suma de todo aquello que deseo
y que en tu cuerpo siempre termina el invierno. 

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