martes, 23 de mayo de 2017

4 pasos para cumplir nuestras metas



Todo el mundo tiene metas, al menos, eso pienso. Algunos quieren hacer dieta para lucir una nueva figura en el verano; otros se proponen sacar más tiempo para compartir con la familia; hay quien quiere leer un libro. En fin, que todos y todas tienen alguna meta o sueño que quisieran conseguir. Para ello, hay que crear ciertos hábitos que nos permitan alcanzar lo que deseamos. 

Bryan Johnson, en su video How to on habits, nos propone cuatro pasos para ser consistentes con esos hábitos positivos que nos llevarán a la meta. Se los comparto porque me parece que los mismos nos serán útiles en la vida. A veces nos frustramos y dejamos las cosas a la mitad porque complicamos la ejecución del hábito o nos pusimos una meta imposible. Lo imporante aquí es que, ya que estamos listos para comprometernos con algo, escojamos UNA SOLA COSA. Si decimos “voy a hacer dos horas de ejercicios, leeré un libro al mes y voy a retomar mis clases de___”, hay una alta posibilidad de que no terminemos lo que empezamos. No debemos tratar de hacer veinte cosas a la vez o terminaremos no haciendo nada. Tenemos que escoger una. Entonces, una vez que hemos escogido ¿qué hacemos? Bryan nos recomienda estos 4 pasos para “encender” en nosotros aquellos hábitos que nos ayudarán a obtener nuestra meta.

Comprométete con algo que te guste.
No escojas algo porque está de moda o alguien te dijo que lo hicieras. Escoge algo que te apasione; algo que sea positivo para tu vida y que sea a la vez divertido.

Convierte esa pasión en tu piedra angular.
¿Qué tienes que hacer para poder vivir tu pasión? Una vez lo sepas, mantente en eso. Recuerda que tu pasión será la zapata de todo lo que construyas.

Hazlo todos los días.
Para lograr lo que quieres, tienes que trabajar sobre ello a diario. Hay menos posibilidades de que te quites si es un hábito de todos los días. (Voy a ejercitarme todos los días; voy a leer todos los días; voy a escribir todos los días). 

Hazlo sencillo.
No empieces con dos horas de ejercicios; comienza con estacionar el auto más lejos de la entrada del trabajo para caminar un poquito más. No empieces tratando de leer los dos tomos del Quijote; comienza con un verso, una oración o una cita. En resumen, ve a lo micro. Los pequeños cambios son menos intimidantes. Al percibirlos sencillos nos sentimos capaces de llevarlos a cabo sin importan que hayamos vivido un día difícil.  

Son 4 pasos súper sencillos, pero que demandan un gran compromiso de nuestra parte. Lo importante es no claudicar jamás, así que, ¡adelante! 




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Video: https://youtu.be/IKz66PmoF74

miércoles, 17 de mayo de 2017

Peculiaridades de una escritora: la música y la búsqueda de inspiración



Mientras tomaba el curso de Literatura Universal en la universidad, el profesor José Emilio González dijo unas palabras que me marcaron desde ese entonces: el arte engendra arte. Yo no sé si lo que dijo era original suyo o estaba citando a alguien que yo no conocía, lo que sí sé es que esas palabras las veo cumplirse en mis colegas escritores y en mí todo el tiempo. Una pintura inspira una melodía; la melodía inspira un escrito; el escrito da paso a una escultura y así sucesivamente. 

Las bellas artes tienen ese efecto multiplicador. Infiero que se debe a la predisposición del ser humano hacia lo bello que está contenido en el arte. Obviamente, no todas las personas reaccionan de la misma manera ni con la misma intensidad; pero, ya sea para el disfrute o para condenar, el individuo no puede evitar sentir. Aquellos y aquellas con algún tipo de destreza artística, reaccionarán a lo que perciben según su habilidad o gusto. Y así se cumple la máxima de mi querido profesor de que el arte engendra arte.

Este hecho lo encuentro beneficioso ya que, en aquellas ocasiones en las que el deseo de crear no está calibrado con la disposición o el estado mental necesario, el exponerse y entrar en contacto con otras manifestaciones artísticas permite ubicarnos en el espacio que nos llevará a sentirnos inspirados. En mi caso, ustedes saben que cuando quiero escribir en el blog y tengo un bloqueo utilizo alguna forma de arte para poder salir del mismo y entrar a un estado mental creativo. A veces uso el dibujo, como los mandalas; en otras, los sonidos de la naturaleza (que para mí es un tipo de sinfonía). También utilizo la música instrumental. En el caso de mi publicación pasada, Estepa, utilicé una pieza instrumental de violines y piano que es la que ustedes vieron al inicio de este escrito. Como estoy tan cerca del poema, quizás no tenga una objetiva perspectiva del mismo; sin embargo, me parece que algo de la emoción de la pieza musical ha teñido al poema. Cuando escucho la melodía y leo el poema, percibo cómo ambos armonizan y se complementan. 

Ojalá todos hubiésemos visto la chispa que encendió al artista del nuestra obra favorita. Ojalá. Pero, ya que no pudo ser, confórmense con mi chispa que aunque pequeña también en ella está contenida la luz y la inspiración.

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lunes, 15 de mayo de 2017

Estepa ©




Eres solamente estepa
y, como tal, arderás en el fuego
de una nostalgia sempiterna.
Eres solamente estepa.

Los dedos que en otrora 
fueron el bálsamo de tus heridas
hoy serán la mecha acandilada
para todas tus desdichas.

Ni siquiera yo deseé que ardieras,
pero tú, y solo tú,
encendiste un fuego que no conocías,
que no entendías.
Tus palabras y acciones
se convirtieron en el acelerante de tus desdichas.

Fuiste tan arrogante, tan prepotente.
No pensaste en mí.
¿Por qué hacerlo?
Si lo único que escuchabas
era el zumbido putrefacto de tus palabras.

Eras rosa,
eras perfume;
eras un bello lirio
y, a la vez, un robusto roble.
Te cegó tu belleza;
te engañó tu perfume;
te embriagó la savia envenenada de tu corteza.

Y ahora,
ahora,
te das cuenta que eres solo estepa.
Que no cuentas, ni contarás, con el sosiego de mis dedos.
Ya mi mano no se extenderá a tu favor
ni siquiera para el consuelo.
Mi dedos formarán la mecha 
y mi determinación será el fuego
que quemará todos aquellos «te quiero»
hechos de paja y hojarasca.  

Yo no quería que ardieras,
pero tú has sido el artífice de tu propio siniestro
incendiando todo lo bello
con esa actitud arrogante
que lo convirtió todo 
en pólvora,
en fuego
en cenizas,
en nada.



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Poema de mi autoría. Derechos reservados.

jueves, 11 de mayo de 2017

¡Ay! ¡Ese toro!


¡Ay! ¡Ese toro! Para mí, El toro y la luna, es una de las canciones más hermosas que conozco. Ella encierra una tristeza, una lágrima, que se derrama por cada palabra de su lírica. Esto es así porque El toro y la luna no es otra cosa que la historia de un amor no correspondido. Este toro valiente, de casta, ha sido condenado por el mayoral a vivir con un campanero al cuello por sus constantes huidas de la manada. Estas huidas son a causa del amor no correspondido que el toro siente por la luna. La realidad es que ella desconoce los sentimientos del toro ya que él la admira escondido entre la jara y la sombra. Cuando el toro, muy valiente para muchas cosas menos para el amor, se lanza sobre el agua del río -quien refleja la luz de la luna-, se frustra grandemente al ver que se ha ido y vuelca su dolor embistiendo al río.
Como les dije, la canción está llena de pasión y también de dolor. Ahora bien, me pregunto, si la luna hubiera sabido lo que sentía en toro, ¿le habría correspondido? ¿Qué ustedes piensan?  
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  1. https://youtu.be/0QLXbOhumQQ
  2. La lírica que aparece en el video tiene dos errores que deben leer de la siguiente manera: a) "el torito se mete en el agua, embistiéndole al ver que se ha ido"; b) "la luna sale esta noche con negra bata de cola".

miércoles, 10 de mayo de 2017

Una orejita para evitar las metida de pata



Las artes del lenguaje pueden ser algo complicadas, así que, un par de orejitas para evitar las metidas de pata no vienen mal. Por tal razón, les comparto este video del profesor Alberto Bustos, del Blog de lengua, para que nos aclare unas cosillas sobre la concordancia del sujeto y el verbo. Al fin y al cabo, como escritores, blogueros y lectores que somos nos viene bien aprender un par de cosas para pulir nuestra redacción y estilo.

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https://youtu.be/PeFt6ESpqiU

lunes, 8 de mayo de 2017

La metamorfosis de un lunes



¡Qué difícil pueden ser los lunes! Tal vez sea un mito o una predisposición del ánimo por un acondicionamiento social, pero lo realidad es que los lunes le pesan a uno en el cuerpo y en el alma. Sí, los lunes «pesan» ¡y cómo pesan! No importa si dormiste profunda y placenteramente; o si te amaneciste porque debías entregar un proyecto a primera hora el otro día; o tu niño se enfermó y su fiebre te tuvo en vela. ¡Qué difíciles pueden ser los lunes!

Los lunes representan el regreso a la rutina, a las labores. Los lunes le recuerdan a uno lo mucho que se disfrutó el fin de semana y ahora se tiene que pagar por los placeres obtenidos a deshoras (mea culpa). Igualmente te recuerdan si lo pasaste mal. Ellos tienen ese herrumbre sabor a enfermedad y cansancio que es plenamente mental y aprendido. De la única manera que un lunes sabe a gloria es cuando es festivo. ¡Oh que diferente son los domingos cuando el lunes es feriado! Porque hasta el pobre domingo se ve teñido por nuestro enloquecido ánimo a causa del lunes.

Para mí, el nefasto día es el comienzo de mis locas cavilaciones; o sea, que es el día en que comienzo a considerar qué incluiré en el blog esa semana. Como saben, Entre San Juan y la Mancha se nutre de mis vivencias, observaciones y reflexiones sobre asuntos cotidianos, y no tan cotidianos, expuestos de manera sencilla y jocosa. (Bueno, al menos yo pienso que es jocosa). Así que, indirectamente, los lunes se han ido transformando en días de introspección. Si nos dejamos llevar por la definición del Diccionario de la Real Academia Española -quien define introspección como Mirada interior que se dirige a los propios actos o estados de ánimo**-, podemos concluir que tener un momento para esa mirada nos proporcionará la oportunidad de edificar una semana más feliz, con propósito y con algo que compartir. Viéndolo desde ese punto de vista, ya los lunes no tienen que ser tan nefastos ni tan pesados; más bien, brillantes, ligeros, llenos de alegría y esperanza. Definitivamente, todo va a depender de nosotros mismos. Así que, queridos lectores y lectoras, comencemos hoy lunes con una actitud positiva, echándole a esta semana una miradita a los proyectos por venir con ánimo de aventura y esperanza. Solo así se puede llevar a cabo la metamorfosis del lunes.



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viernes, 5 de mayo de 2017

Cavilaciones y otras lujurias no confesadas



Simplemente es bello. Es bello desde la inocencia y es bello desde la lujuria. Es bello para contemplarse y es bello para soñarse. En fin, que Tom Hiddleston es más hermoso que un cupido. Instalados desde esa belleza, se erigen toda una serie de castillos en el aire alrededor del objeto de nuestro deseo. Es entonces cuando ese objeto (objeto, sí, porque deja de ser sujeto para convertirse en el objeto de nuestras fantasías) se ve adornado de toda una serie de virtudes, cualidades y talentos que no necesariamente están sustentados por la realidad. Para nosotros y nosotras hay una sola verdad: la que nos pintan la imaginación y la fantasía. 

Oye, yo no estoy diciendo que ese actor carezca de virtudes, buenas cualidades o talentos. Lo que digo es que en el mundo de la ilusión y la fantasía poco importa la verdad que los demás ven, sino la que perciben los hechizados ojos de nuestras pasiones. Porque en cada virtud con la que adornamos a nuestro «amado» se ve reflejada nuestra búsqueda, nuestra necesidad o nuestro vacío. También se pueden esconder algunos asuntos no resueltos o temores que no se quieren enfrentar. Esto podría ser hasta contraproducente si nuestras relaciones amorosas se ven boicoteadas por la idea de «yo quiero un hombre como Tom Hiddleston» cuando el hombre que deseas es el resultado de tus fantasías encarnadas en un cuerpo y, por lo tanto, no existe en el mundo real. A todo esto yo le llamo el «síndrome de Dulcinea del Toboso».



Sabemos que Dulcinea del Toboso era la interpretación caballeresca que don Quijote hizo de Aldonza Lorenzo: una saladora de puercos que no había visto  ni cuatro veces en su vida. Don Quijote convirtió a esta en la dama de sus pensamientos y en su refugio contra las pasiones carnales. Varios fueron los momentos en los que el Caballero de la triste figura pudo haber dado rienda suelta a sus pasiones; no obstante, el pensamiento de su señora Dulcinea lo detenía. Igualmente, don Quijote pudo haber encontrado el amor en otros brazos, pero las cualidades y virtudes de su amada, le hacían declinar de los requiebros de otras damas porque ninguna se podía comparar a la sin par Dulcinea del Toboso. 

¿Qué podemos sacar, entonces, de todo esto? Que usted puede tener todas las fantasías que quiera con Tom Hiddleston, o el que sea, pero recuerde: 1) el amado perfecto no existe -es un constructo, así que, deje de estar rechazando a todos los prospectos por nimiedades- ; 2) el amor conlleva riesgo; 3) el amor se construye; y 4) trabaje con usted primero, enfrente sus temores y siga hacia adelante.   

Yo, mientras tanto, seguiré deleitándome en mi caballero inglés; guardando todas las fotos que pueda en mi tablero en Pinterest hasta la próxima publicación de Entre San Juan y la Mancha.



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