No sé si están de moda o no, pero este tipo de video
motivacional se hace cada día más pertinente. ¡Cuántas veces he escuchado a
mujeres disminuirse a sí mismas ante un halago! No puedo contar las ocasiones
en que le he dicho a alguna compañera de trabajo o amiga lo bien que se ve y
recibir por respuesta « ¡Oh gracias! Este vestido es bien viejo», « Gracias, pero me tengo que pintar el pelo» o « ¡Ay muchacha qué va a
ser! Si estoy gordísima. Mira como se me marca la barriga aquí». Lo interesante
del caso es que cuando hago el mismo ejercicio con varones y les digo lo
elegante que se ven siempre me contestan con una sonrisa, un «gracias» y ya; sin
más explicación, sin necesidad de justificarse, sin la obligación de
disminuirse.
Podría entrar aquí en un análisis sobre el estereotipo
de la belleza en nuestra cultura occidental contemporánea; también podría
hablar sobre lo bello a través de la historia; o quizás la imposición de un
modelo de hermosura según los medios de comunicación o la industria de la moda.
Podría hablar de tantas cosas que, tal vez, ya has escuchado. Pero hoy no lo
haré. Hoy solo te diré que te ames; que ames cada centímetro de tu cuerpo. Hoy
te diré que mires aquello que llamas «defecto» como el trazo de una pincelada
que te hace único y especial en esta obra pictórica llamada vida. Las voces del
pasado que trataron del opacarte ya se fueron; las voces del presente que
intentan humillarte te temen. ¡No le des poder a aquello que intenta
destruirte! ¡Vamos, amiga, hay que amarse! (Y eso va para ti también, amigo que
sufres en la sombra). Nuestra belleza no es algo inconcebible: es una realidad
para el aquí y para el ahora.
* https://youtu.be/ZDEgPnwkZyM
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